martes, 16 de diciembre de 2008

Date sobrios consejos

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Zuigan se decía a sí mismo todos los días: “Maestro.”
Entonces se respondía: “¿Si, señor?”
Tras lo cual añadía: “Debes ser sobrio.”
De nuevo contestaba: “Si, señor.”
“Y después de esto” continuaba, “no te dejes engañar por los demás.”
“Si, señor; si, señor” respondía.


(Mumonkan)

viernes, 24 de octubre de 2008

jueves, 25 de septiembre de 2008

En un sistema aislado la entropía nunca decrece

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Lo nuestro parece brusco, parece raro, porque componemos un sistema cuántico, con un quantum desconcertante de medidas astronómicas, similar al estornudo de un magnetar.

La energía se las apaña para repartirse, las estrellas colapsan cuando les toca y en algún momento tras una crisis, desde un punto existe estabilidad aparente, mientras los ciclos visibles que nos son familiares se repiten.

Ha llegado el otoño, el universo funciona y la ansiedad ha desaparecido. Esto es una buena noticia.

lunes, 18 de agosto de 2008

"No tengo poderes mágicos..."

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Me riñen cariñosamente y con razón (con razón me riñen, no sé si el cariño también la tiene) porque sólo escribo cuando hay problemas en marcha. Es que cuando la cosas van bien no hay nada que escribir, no se me ocurre nada, salvo quizá alguna vez sobre las cosas que les van mal a otros. Incluso cuando hay marrones, o un demasiado incorrecto punto de vista por mi parte, o un malestar en proceso de desguace, sólo a veces escribo y es para analizar ese proceso.

También me estoy quitando del exceso de análisis, o quiero creerlo.
("No tengo tácticas. Yo hago del vacío y la plenitud mis tácticas")

Hoy me siento bien y qué decir. A quién sirve de algo que me monte un cuento sobre otro guerrero voluntarioso alzado orgullosamente sobre un peñasco al amanecer de un nuevo día de victorias, victorias sobre el Escaqueo de la Victoria, sobre la propia Voluntad, sobre monstruos que se niegan a tomarse un vino conmigo como corteses enemigos en un libro de Pérez-Reverte. Victorias siempre parciales, siempre cojituertas, siempre continuará. Y demasiado a menudo victorias para otros, para malos señores que siempre exigen buenos vasallos, o para una indigna caricatura de Napoleón interna y parásita, parte del virus que invade nuestro sistema y nos pone a trabajar con más trabajo por salario. Invasiones mercenarias a ciudades inocentes para mayor gloria de la Ansiedad como virrey ladino y corrupto de sonrisa torcida.

El verdadero Poder de la Voluntad está en atreverse a lanzarse a una libertad más limpia, más real, más vigorosa, con confianza en que es algo propio a destapar, y sin caer en el autodesprecio al ver la propia corrupción. Sin ese Ego-Juez zancadillero. Ponerse a ello, pero siempre; todo es empezar... a cada momento.

Una mujer me dijo que cómo el poder de la objetividad, de saber mantenerse frío para decidir, podía no ser digno de desconfianza. Tal facilidad para desapegarse es como para no creer en la consistencia de mis promesas, en la solidez de mi fidelidad. Es la pauta común, autoengañarse, justificar ante uno mismo los desmanes y abusos sobre sí y los demás, por qué no presuponerlo. Pero yo trabajo en no olvidar que se abusa de uno tanto como de los otros, de forma que sé que todo queda igual, que no me compensa la deslealtad.
("No tengo estrategia. Yo hago de lo correcto en la vida mi estrategia")

Esa mujer tenía miedo porque no veía la más provechosa posibilidad de usar -ella o yo, o los dos juntos o por separado- ese Poder para controlarse cuando realmente es importante, para mantenerse firme, para no tener necesidad de engañar ni dejarse engañar, de abusar de uno mismo ni de otros.

Otra me dice qué como sentirse segura sin hacer inventario continuo de las armas a su alcance en cada momento y evaluación de estatus de toda la maquinaria, defensiva en gran proporción, a pesar de intuir que eso es incompatible con la marcha.
("No tengo espada. Yo hago de mi No-Mente una espada")

Un amigo me dice que cómo no volverse estúpido aficionándose a "no pensar".
("No tengo talento. Yo hago mi astucia mi talento")

Y todos vosotros, lectores, podéis decir que no vea tantas pelis de chinos yendo fumado. Pero no es el caso.

Suene como suene yo soy el peñasco al amanecer, firme sobre montaña firme, y allí no hay tele ni internet, ni intermedios con anuncios comerciales que me interrumpan mientras miro crecer la hierba. Vale.

miércoles, 30 de julio de 2008

El anhelo de Maërandor I

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Junto a un lago del Norte le eché un ojo de nuevo a ese atajo, la vía directa entre intención y acción. Los fenómenos son el vacío, el vacío es los fenómenos... Salí del bosque al anochecer, corriendo sin hacer ruido bajo mi capa élfica (comprada al peso a unos mercaderes que me hicieron un justo bajo precio dada mi condición), hasta un camino transitado que llevaba a la Puerta (de Brandemburgo), donde me desvié hasta las orillas de otro de los muchos lagos de aquéllas tierras, más allá del pequeño templo Haradrim, hasta el lugar donde había quedado con Methamir y Andrilth para regocijarnos con la cerveza local. Pero no bastó la agradable velada para animar mi espíritu.

No me faltaba como antes la sensación de libertad. Podía hacer cuanto quisiera con el mundo a mi alrededor, y veía claramente las posibilidades. Pero esta vez eso no me ayudó; en aquel paraje lejano me sentía igual de solo y cautivo que en mi prisión de aquí, y tan desconocido al regresar como allí. Sí, podía hacer todas esas cosas que sabía que podía hacer, y muchas otras, pero sólo quería realmente hacer una que no estaba en el menú, inhibida la posibilidad por el hechizo de algún pérfido enemigo de Ulmo.

lunes, 16 de junio de 2008

Sobre Gollum

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Cuando hablo de tú, soy yo
Cuando él no está, estoy yo
¡Él, tú y yo
somos nosotros! Esquizofrenia!
esquizofrenia, esquizofrenia...
Llevamos con nosotros
el engaño y la verdad
que vosotros, pobres ratas
ni siquiera os atrevéis a imaginar.
Esquizofrenia, esquizofrenia, esquizofrenia...


("Esquizofrenia", Eskorbuto)

Sobre Tom Bombadil y su actitud hacia el Anillo

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En alguna ocasión, cuando Sariputra y Modgalyayana habitaban juntos en Kapotakandara, Sariputra estaba meditando al aire libre bajo la luna llena, con la cabeza recién afeitada. Un demonio malicioso pasó por ahí, lleno de rencor y le dio un fuerte golpe en la cabeza, pero Sariputra estaba tan absorto en su meditación que apenas lo notó. Modgalyayana, con sus poderes sobrenaturales, observó todo el incidente.

“Amigo, ¿estás bien? ¿No te dolió? ¿Cómo te sientes?”, le preguntó.

“Me siento muy bien”, respondió Sariputra, “aunque, ahora que lo preguntas, me duele un poco la cabeza”.

“¡Es increíble!”, exclamó Modgalyayana, “¡un demonio pasó y te dio tal golpe que habría derribado a un elefante o habría partido la cumbre de una montaña y lo único que dices es que te duele un poco la cabeza!”.

“¡Aún más fascinante es que hayas visto pasar a ese demonio! ¡Qué grandes son tus poderes mentales!”, dijo Sariputra. “Yo ni siquiera he visto a un duende de los que habitan en el lodo”.

El Buda, que escuchaba esa conversación con su oído divino, alabó a Sariputra con un udana, “pronunciamiento inspirado”:

Hay quien conserva su mente inamovible como una roca,
desapegado de las cosas que suscitan el apego,
inalterable ante las cosas que provocan el enojo,
¿cómo puede afectar a alguien el sufrimiento
cuando ha cultivado su mente de esa manera?

(Udana iii.iv, citado en Great Disciples of the Buddha, p. 37)


(Cortapegado de "www.budismo.com", que a su vez lo saca de "Teachers of Enlightenment", Kulananda, Windhorse Publications)

miércoles, 11 de junio de 2008

Descartes era budista

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No creáis en la fuerza de las tradiciones, por más que se las haya honrado desde hace muchas generaciones y en muchos lugares; no creáis en lo que dicen los libros considerados sagrados, solo por que muchos los consideren como tales; no creáis en algo solo porque muchos hablen de ello; no creáis en lo que dicen los considerados sabios de antaño, sólo porque muchos les sigan; no creáis en lo que vosotros mismos hayáis imaginado, creyendo que un dios os ha inspirado; no creáis en nada solo porque lo sostenga la autoridad de vuestros maestros y sacerdotes.

No creáis ni siquiera en mi enseñanza por respeto hacia mí. Luego de examinar detenidamente cada cosa y enseñanza, creed solo lo que vosotros mismos hayáis
experimentado y reconocido como razonable, y que resulte en vuestro bien y en el bien de otros.

(Kalama Nirdesa Sutra)

lunes, 26 de mayo de 2008

Hace buen día llueva o haga sol

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A veces, o ahora, o por fin, basta sólo con vivir los momentos a pelo.

No sólo me apetece poco escribir últimamente, es que no me apetece ni leer. Me sobra todo eso.
Tanta palabra... y me pongo a recordar y me asomo a la pila de informes y diarios que hay por los rincones, y me siento contento, siento simplemente que ya aparecerá el dato correcto cuando lo necesite, y me la pela recordar haber sentido algo parecido alguna otra vez.

Es primavera,
el archivo descansa
en paz, con todo.

viernes, 25 de abril de 2008

Soy un rollo

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Sí, he tenido mucho que hacer, pero sobre todo me ha venido eso que me pasa a veces y me hace desaparecer de aquí, compuesto en parte de una fundamentada sensación de estar repitiendo las cosas.
Muchas veces, también como siempre, he pensado en cosas que venir a escribir, observaciones sobre pautas de comportamiento, mecanismos, relflexiones, detalles no siempre negativos... Que los que más fuertes de carácter parecen son los que siempre dicen "eso es muy difícil", y de ahí a la falta de responsabilidad sobre uno mismo... a lo que me molesta de los demás y lo que parece que quiero lucir de mí.
Me repito, y me empalago, pero sigo quitándome, y hay que encontrar de qué.
No tiene mérito ser encantador, es sólo un mecanismo para sentirme querido, sólo es una reacción tendente a cubrir una carencia. Soy conciliador y prudente por cobarde, amable por inseguro, tranquilo por vago, sincero por desmemoriado. Exijo exactitud en lo que a mí no me cuesta, y desprecio a quien no haga el trabajo que yo me he visto obligado a hacer, como todo el mundo. Todos los papanatas que han currado dos días sienten su derecho a no hacerlo más en la vida, a todos los viejos nos jode que los jóvenes lo tengan más fácil de lo que lo tuvimos nosotros, exigimos en quien sea no ser los únicos en sufrir, y siempre en un sentido o en otro, comparamos desde cualquier ángulo o moral, al tiempo que seguimos buscando cómo sufrir más.
Los que me conocéis sabéis que soy temperado y discreto, incluso buena persona, y todas esas cosas de antes, por unos u otros motivos. Y algunos hasta me habéis dicho ya alguna vez que lo importante es el resultado, o la trayectoria, o la meta... lo que sea, es lo mismo, nos entendemos. Pero sin ser especialmente hipócrita el resto del día, sin ser, en serio, una persona particularmente despreciable, vil o abyecta... sólo es una cuestión de umbral, de tolerancia, de calibre. Estar está siempre ahí; cuánto de todo lo asqueroso puede haber en la mejor de las intenciones, cuán sinceros podemos ser en nuestra más amable y bienintencionada honradez al decir estupideces merecedoras de linchamiento. Y si siempre me ha parecido que ciertamente es la pereza la madre de todos los vicios, cómo que quema en la retina ver a ratos tan claro que la frustración, hija del deseo, puede pudrir fácil y sutilmente todas las intenciones. Por ejemplo.

Y no penséis que no estoy contento, o que me siento mal o tengo el día triste ni nada del estilo. Simplemente, ¿tantas ganas tengo de quitarme, de hacerlo tanto y de tantas cosas? ¿No será suficiente acaso con aprender a cerrar la boca?

martes, 22 de abril de 2008

Cita de Buda

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"Considero la posición de reyes y gobernantes como motas de polvo. Observo los tesoros de oro y gemas preciosas como ladrillos y piedras. Las túnicas de la seda más fina y más ricamente decoradas se me asemejan trapos viejos. Considero la infinita cantidad de mundos y estrellas como un pequeño racimo de uvas, y el lago más grande de toda la India como una pequeña gota de aceite en mi pie.

Los saberes y enseñanzas de este mundo se me asemejan trucos de ilusionistas. Percibo la más alta concepción de la emancipación como un dorado brocado en un sueño, y veo el camino sagrado de los iluminados como flores que aparecen en mis ojos.

Veo la meditación como el pilar de una montaña, el nirvana como la pesadilla durante el día. Miro a los juicios de bien o mal como el baile serpenteante de un dragón, y la aceptación y caída de creencias como restos dejados por las cuatro estaciones."


(Shakyamuni)

lunes, 18 de febrero de 2008

Sobre gustos, opiniones y ruido

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Qué maravilla disponer de la capacidad de crear y utilizar idiomas. Tener completos catálogos de caracteres que forman palabras, que a su vez forman frases, con las que componer argumentos, evocar construcciones mentales, manejar abstracciones e información técnica. Poder plasmar todo ello en la materia para que trascienda inmensamente el alcance de la voz del autor original.

Qué estupendo que tanta gente tenga acceso a ello, y que todos creamos tener algo destacable, memorable y valioso que decir. Y que no haya silencio un segundo, ni espacio en blanco, ni piedra sin yo estuve aquí, ni opiniones y manifestaciones de los gustos más variados en cualquier sitio en que no se hayan pedido.

Y hay que tragarse opiniones sin criterio de quien sólo puede opinar porque no sabe nada, ni aun dónde está, estribillos compuestos para gente inocente e ignorante por gente perversa e ignorante, para hacer más ricos e ignorantes a gente ya demasiado rica e ignorante. Y lo que me entristece es lo turbio de esto, lo que me agota es luchar aún por hacerme entender de vez en cuando, lo que me salva es comprender que me la pela y que para algo tengo instrumentos en mi casa, musicales, de escritura, y una silla para sentarme.

A veces me dicen -entre otras cosas- que lo que escribo resulta críptico.
Pues lo pienso ser más aún,
si os referís a que, pese a gustarme el juego como a cualquiera,
me siga gustando más decir a quien pregunta que escribir a nadie.
A que prefiera escribir "no me gusta", por feo que me parezca,
a una crítica profesional de varias páginas donde quede claro mi superior criterio
o una novela maravillosamente combustible en su única o enésima edición,
elegir mi ruta a evangelizar.

martes, 5 de febrero de 2008

"Regular ná más"

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¿De verdad eso está mal? ¿No puede ser que no te gusta?

Mal es la palabra para cosas que nos hacen sentir incómodos, o en peligro, o inestables, con respecto a nuesta manera habitual de mirar las cosas. ¿A qué ataca eso para parecernos malo, desechable, evitable, atacable? ¿Directamente a nuestra supervivencia? Aquí y ahora, rara vez.
Más a menudo ataca a nuestra sensación de seguridad, a nuestra ficción controladora.

Llegamos a ver "evidentes" fallos lógicos en sistemas que simplemente no nos acomodan, creando sobre la marcha -y sin esfuerzo aparente ni consciencia de ello- paradojas y falacias mediante la mecánica y cerril ignorancia de datos reales así como invención de otros. Porque todo tiene que encajar por la fuerza en nuestro esquema dualista, que en el fondo sabemos falaz e inexacto, pues nos vemos de continuo ajustando sobre la marcha sus parámetros, distintos por lo demás para cada cual.

lunes, 21 de enero de 2008

Me vienen a la cabeza así a bote pronto

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... Johann Sebastian Bach, y Mastropiero también, Mozart, Beethoven, Vivaldi, Tomás Luis de Victoria, Falla, Halfter. Chuck Berry, Little Richard, The Beatles, Led Zeppelin, Yes, War, Pink Ployd, Frank Zappa, James Brown, John Scofield. Queen, Rush, Manowar, U.D.O, Siniestro Total, Eskorbuto, Ilegales, Mamá Ladilla. Gershwin, Ellington, Coltrane, Dexter Gordon, Blakey, Roach, Clarke, Barretto, Bruford, Bonham. Battiato, Conte, Maslíah, Bregovic. Antonio Machín, Virginia Glück, Tito Puente, Carlos Gardel, Paco de Lucía. Obstinatos africanos y de todas partes, canto coral, barroco, blues, jazz, rock, high life, funk, ska, pop, punk, house, bossa, mambo, chachachá, ballenato, merecumbé...


-Oye, ¿es que no te gusta Muse?
-Pues no.
-Entonces, ¿¿qué te gusta a tí??

jueves, 17 de enero de 2008

Otro gallifante

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No busco una mujer que tenga hasta los codos suaves
como pétalos de pensamiento.

Los juegos se acaban, y también disfruto eso,
pues cuando se acaba el juego
la realidad sigue aquí.