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¿Cuánto trabajo puede darte el hacer con gusto la labor que igualmente habrás de hacer antes o después?
¿Cuánto puede aprenderse sin dejar que las cosas entren en ti?
¿Qué maestro podrá ayudarme si no soy humilde?
Nada como conocer y comprender las normas para poder saltárselas. Ninguna manera mejor de aprender que el trance de vivir. Ningún maestro como la honestidad con uno mismo: ninguno más sabio ni más duro. Ni más esquivo.
lunes, 11 de abril de 2011
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