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La confianza no deja de ser una apuesta, más o menos segura, que se elige, así que mejor hacerlo conscientemente. Sobre todo porque se puede perder. Para qué quejarse de haberse equivocado en una apuesta después de hacerla. Cuando una conducta puede tener sólo dos causas igual de probables, mutuamente opuestas y excluyentes, interpretarla es una apuesta a cara o cruz, evidentemente. Y la posibilidad de ganar mucho incita a poner mucho en juego.
No puedo, después de una semana de borradores, poner aquí más que estas cuatro obviedades, y me siento un poco idiota.
Supongo que es lo único que tengo claro tal cual, independientemente de la seguridad que pueda tener en mí. Es muy posible que tenga demasiado poca confianza en la solidez de mi autoestima. Y esta es una de las cosas que hipócritamente he eliminado más veces de esos borradores, para luego verme obligado a volver a escribirla.
Puede que todo el juego que me ha traído aquí acabe en un "gracias por participar", puede que cambie un par de vidas. Puede que me haya dejado apuntar a un juego en el que no puedo aportar más emoción, si es lo que se busca. Por mi parte puedo decir que emoción me sobra.
Puede que realmente sobre, que le dé a este baile más importancia de la que merece. Después de todo, a día de hoy todo está en mi cabeza mientras no se demuestre lo contrario, además de en cierto encogimiento visceral. La navaja de Ockham está para algo, pero en el postulado se habla de necesidad, y ya he hablado de eso. Y también se puede apostar a la posibilidad más agradable, aunque sea la más pequeña.
Al final opto por limitarme a publicar de forma ininteligible e idiota, idiota como repetir obviedades, como titular así el blog y luego regodearme en lo contrario, como mi autoestima, como sería no tenerla, como este sobrecogimiento de tripas que se refuerza cada vez que miro una foto, o cuando busco con un cartel en el pecho.
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4 comentarios:
A mí me gusta cuando te pones idiota e ininteligible.
Debia haber supuesto que te habia dado tan fuerte cuando me dijiste lo de la camiseta, parece que no puedo remediar el seguir mirando con osquedad a cualquiera que se me ponga delante. Aunque el tema ya no me incumba.
Debo aprender a ignorar todo eso...pero que dificil es.
Espero que el juego cambie aunque sea para hacerte algo feliz y no solo para estar emocionado.
¿Qué ganas cuando ya no puedes perder?¿Qué pierdes cuando ya nada hay por ganar?Apostar sobre seguro es no vivir.Y sobre todo sigue latiendo..déjalo libre. (Trsa)
Estoy por restringir esto a las mujeres, me encanta veros por aquí, sois unos encantos, muchas gracias :)
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